La fototaxia es una habilidad que poseen muchas células para realizar movimientos orientados en respuesta a la intensidad de la luz.
El efecto contrario, movimiento no orientado, se denomina fotofobia o fotoshock.
Ante cambios bruscos de luz, la célula realizará movimientos no dirigidos (fotofobia) (Harris, 2008).
Los elementos celulares fotorreceptores capaces de detectar la luz se llaman manchas oculares, los cuales son los ojos más simples y más comunes encontrados en la naturaleza.
La llamada verdadera fototaxia es el movimiento hacia gradientes superiores de iluminación.