Los romanos llegaron a lo que sería Hispania en el año 218 a. C., desembarcando en Ampurias y así iniciando las guerras púnicas contra los cartagineses.
Así, Astorga (Astúrica Augusta) fue fundada a finales del siglo I a. C. sobre el campamento de la Legio X Gemina, zona astur, mientras al sur se había fundado Mérida (Emérita Augusta) en el año 25 a. C. con los soldados eméritos (retirados) de la Legio V Alaudae y la Legio X Gemina, a los cuales se les habían concedido tierras de cultivo por sus victorias en las guerras cántabras.
Así nació la necesidad de comunicar ambas ciudades, con fines militares, comerciales y culturales (romanización).
Punto estratégico, domina toda la vía y su contorno, controlando los pasos de la meseta a la llanura extremeña.
Según una hipótesis basada en estudios posteriores, su origen podría estar en un antiguo templo celta, propuesta por Saturnino Jiménez.