La fludrocortisona (también llamada 9-alfa-fluorocortisol) es un corticoesteroide sintético con moderada acción glucocorticoide y mucha mayor potencia mineralcorticoide.
Se usa para reemplazar las hormonas esteroides producidas normalmente por la glándula suprarrenal, que fallan principalmente en la enfermedad de Addison y los síndromes donde se pierden cantidades excesivas de sodio en la orina.
Las acciones farmacológicas son similares a las de la aldosterona, un mineralocorticoide endógeno.
[1][2] La fludrocortisona, también conocida como 9-alfa-fluorocortisol, es un corticosteroide sintético que se sintetizó por primera vez en 1954 por investigadores de la compañía farmacéutica Merck & Co.
[4][1] La Fludrocortisona en gran medida se une a proteínas plasmáticas (aproximadamente el 45%), distribuyendose por todo el cuerpo pero existe una mayor concentración en el hígado, riñones y músculos, además al igual que otros corticoides tiene la capacidad de atravesar la barrera placentaria y distribuirse por leche materna.
Al igual que otros corticosteroides sistémicos, la fludrocortisona puede enmascarar signos de infección al deprimir la respuesta inmunitaria normal; las infecciones que ocurren durante el tratamiento con fludrocortisona deben tratarse rápidamente con una terapia antimicrobiana adecuada.
Dosis mayores pueden inhibir la secreción endógena adrenal cortical, la actividad del timo, y la excreción de corticotropina hipofisaria.
La fludrocortisona causó un aumento de la presión arterial sistólica periférica en decúbito supino del 11% (valor inicial: 128,4 ± 12,8 frente a bromuro de piridostigmina: 130,4 ± 18,3 frente a fludrocortisona: 143,2 ± 10,1 mmHg; P = 0,01), pero ningún aumento de la presión arterial media central en decúbito supino (valor inicial: 107,2 ± 7,8 frente a bromuro de piridostigmina: 97,0 ± 12,0 frente a fludrocortisona: 107,3 ± 6,3 mmHg; P = 0,047).
[10] Los resultados arrojaron que la presión arterial media intradialítica más baja no fue diferente entre los que recibieron fludrocortisona y los que no recibieron tratamiento (76,1 ± 12,5 frente a 73,9 ± 11,5 mmHg, No hubo diferencias en la incidencia de IDH entre los dos grupos (34,4% en fludrocortisona frente a 42,7% en ningún tratamiento, p = 0,137).
La administración es en dos dosis diarias y el tratamiento es efectivo sólo si se ingiere sal simultáneamente.
Sin embargo, si se desarrolla hipertensión, la dosis debe reducirse a 0,05 mg por día.
[5] La fludrocortisona está contraindicada en varias afecciones como: Evitar la suspensión brusca de un tratamiento prolongado, ya que puede originar supresión del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal y dar lugar a crisis adrenales.
[12] Utilizar con precaución en pacientes con hipertensión, edema, fallo cardíaco o disfunción renal.
[12] Puede incrementar el riesgo de infecciones o disminuir la respuesta a las vacunas por un efecto inmunosupresor.
Habitualmente se indica en dosis crecientes desde 1 a 4 veces al día.
Los niveles plasmáticos de renina, sodio y potasio son evaluados periódicamente para comprobar que se alcanza la dosis ideal.