«Fluctuat nec mergitur» («FLVCTVAT NEC MERGITVR», al estilo de las inscripciones romanas) es una frase en latín que se traduce como ‘batida por las olas, pero no hundida’, empleada como lema por la ciudad de París.
La frase está documentada solo a partir del siglo XVI[1] como abreviación de una versión anterior más larga, que dice: «Fluctuat at nunquam mergitur illa ratis».
La frase original se atribuye a Juan Crisóstomo, aunque Francisco Antonio García Romero, en su prólogo de la obra "Monumentos con arte: Jerez" de J. L. Sánchez Villanueva, [2] y en su traducción del tratado "De Christo et Antichristo" de Hipólito (s. III d. C.)[3] sugiere que la frase está tomada del Anticristo, donde Hipólito la utiliza en griego en referencia a la Iglesia: «χειμάζεται μεν αλλ' ουκ απόλλυται»(cheimázetai men all’ ouk apóllytai); es decir: "Mar es el mundo en el que la Iglesia como nave en el piélago es batida por la tempestad pero no se va a pique".
[4] La frase abreviada apareció por primera vez en medallas de París en el siglo XVI, aunque no fue sino hasta el siglo XIX que la ciudad la adoptó como lema oficial por iniciativa del barón Haussman.
divisa y escudo de armas tienen como origen la Corporación de Barqueros del río Sena; este poderoso gremio controló el transporte y comercio quizá desde la misma era romana, pues para llegar a la Isla de la Ciudad había que utilizar embarcaciones.