Florencio Fuentes Estébanez

Asistió como ayudante a las primeras ejecuciones de Vicente López Copete, enseñándole el manejo del garrote.

Durante su carrera tuvo sentimientos de culpabilidad, lo que le causó un expediente por negarse a una ejecución en 1952.

[1]​ Se negó a continuar después de la ejecución de Trespalacios en 1953, por lo que fue expedientado y condenado.

[2]​ Alegó que a sus hijos les hacían la vida imposible en el colegio por el oficio de su padre.

[3]​ Despreciado por sus convecinos, distanciado de su familia y falto de recursos, llegó a mendigar para vivir.