Le consiguió una beca para estudiar en la Universidad de California (UCLA), y empezaron a trabajar.
Convertida en el ídolo mediático del momento, se dedicó a la publicidad, promocionando toda clase de productos.
Tuvo su propia línea de ropa e incluso sacaron una muñeca llamada Flo-Jo.
Según la oficina del sheriff en Orange County la única medicación que se encontró en su organismo al momento de su muerte eran dosis mínimas de medicamentos comunes: acetaminofen (Tylenol) y el antihistamínico Benadryl.
Aunque muchas velocistas evitaban los adornos para correr cómodamente, Joyner mantuvo el cabello largo y usaba pendientes grandes mientras competía.
A esto se sumó por esa misma época el escándalo desatado por el caso Ben Johnson, y el creciente interés de los medios de comunicación por los temas relacionados con el dopaje.