Gail Devers

Intentó hacer el doblete ganando también en los 100 m vallas, algo que solo había conseguido la legendaria holandesa Fanny Blankers-Koen en 1948.

Devers a punto estuvo de lograrlo, pero un tropiezo justo en la última valla cuando iba primera en la final, dio al traste con sus opciones y arrastrándose como pudo hasta la meta acabó en 5º posición.

Además, la lesión provocada hizo que no pudiera participar en los relevos 4 × 100 m donde probablemente hubiera ganado otra medalla de oro.

Meses después, en los mundiales al aire libre de Stuttgart, volvió a ganar el oro en los 100 m planos en una final apretadísima con la jamaicana Merlene Ottey.

Pese a ser la vigente campeona, no era la favorita para ganar el título en los 100 m planos en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

Se convertía así en la segunda mujer de la historia en ganar dos títulos olímpicos en los 100 m planos, tras su compatriota Wyomia Tyus que lo había logrado en Tokio 64 y México 68.

Eso sí, ganó otra medalla de oro en los relevos 4 × 100 m, en un equipo que formaban por este orden por Chryste Gaines, Gail Devers, Inger Miller y Gwen Torrence.

Ya con 37 años, participó en sus quintos y últimos Juegos Olímpicos, en Atenas 2004, en la prueba de los 100 m planos, siendo eliminada en las semifinales.

Además estableció la que fuera en su momento mejor marca mundial del año con 7,86, más adelante le fue robada por la sueca Kallur.