[1] Su padre, Ben, decidió quedarse en Falmouth, un fondeadero de ron y azúcar.
[1] Allí su hermano mayor, Eddie, le presentó al entrenador Charlie Francis al cual se unió en el equipo de atletismo Scarborough Optimists, entrenando en la Universidad de York.
Sin embargo, este éxito no se repitió en los Campeonatos del Mundo de Atletismo de 1983 y quedó derrotado en las semifinales donde fue sexto, siendo los ganadores finales Carl Lewis, Calvin Smith y Emmit King.
En 1985, Lewis se lesionó saltando longitud y fue aprovechado por sus rivales, en especial por Ben Johnson ya que después de siete derrotas consecutivas por fin derrotó a Carl Lewis, el 21 de agosto en Zúrich donde Lewis fue relegado al cuarto puesto tras Johnson, Calvin Smith y Desai Williams.
La marca fue la segunda mejor del año tras los 9.98 de Lewis y también fue el sexto atleta más rápido de la historia tras Calvin Smith (9.93), Jim Hines (9.95), Melvin Lattany (9.96), Carl Lewis (9.97) y Silvio Leonard (9.98).
En la misma competición junto a Desai Williams, Da Silva y Peñalver, fue segundo en el equipo americano de relevos, tras los estadounidenses, donde no participó Lewis por no entrenar los cambios de testigo.
[10] El 16 de agosto Johnson ganó otra carrera en Colonia, sin Lewis, en 9.95[11] y nada más llegar a Roma para el campeonato del mundo Lewis declaró: "una cosa es hacer buenas marcas en mítines y otra distinta ganar campeonatos, además estoy en gran forma y no pienso atormentarme con su fabulosa salida", a lo que Johnson contestó: "debo confirmar a todo el mundo que soy el hombre más veloz de la tierra".
[13][14][15] En declaraciones posteriores se le preguntó por la comparación de su récord con el de Bob Beamon, por Carl Lewis y por su futuro, mientras que Lewis ganaba el salto de longitud y el relevo 4 x 100 y comentaba que Johnson había hecho una buena carrera pero que no era imbatible.
[16] Unos días más tarde, Lewis también acusó a los atletas de doparse, aunque sin dar nombres.
La respuesta de Johnson fue: "Cuando Carl Lewis lo ganó todo, nunca dije una palabra mala en su contra.
Según su entrenador Charlie Francis, Johnson consiguió unos 480.000 dólares por mes, después de batir el récord mundial.
[18] Johnson leyó en su discurso: "El poseedor del récord mundial de los 60 metros en pista cubierta, este ontariano, ha demostrado ser el líder mundial y más rápido, tras romper el récord canadiense, de la comunidad británica y de la copa mundial en los 100 metros lisos".
El día después, voló hasta Sindelfingen y en las semifinales consiguió una gran marca, 6”45, pero en la final se lesionó un tendón, tras ganar la competición.
[20][21] Después de la carrera Lewis comentó: Poco tiempo después Smith y Mitchell se enfrentaron a Johnson en Colonia, el 21 de agosto y ambos batieron al canadiense.
La portada del Toronto Star el 25 de septiembre fue "Benfastic", para describir la gran hazaña.
[26] Tras la carrera había conseguido contratos con Diadora, con la Kiodo Oil, con Mazda, con Valio y con Toshiba.
Su mánager, Larry Heidebrecht, cifró las pérdidas en contratos en unos 10 o 15 millones de dólares.
De estos, sólo Johnson fue obligado a devolver sus medallas y a perder sus registros, aunque fue el único que dio positivo y admitió haberse dopado cuando había ganado una medalla.
El abogado de Johnson, Ed Futherman intentó alegar varias razones, por falta de conocimiento, para salvar a su cliente, pero Charlie Francis y George Mario Astaphan, admitieron haber suministrado sustancias prohibidas a Angela Issajenko, Mark McKoy y otros atletas, incluyendo a Johnson que el 12 de junio, declaró que durante casi toda su carrera atlética había tomado anabolizantes.
Sobre su retorno a las pistas Johnson comentó: En el Campeonato Mundial en Pista Cubierta de 1991 celebrado en Sevilla fue cuarto en los 60 metros lisos y después de varias competiciones su cotización bajó debido a los malos resultados.
Según las normas de la IAAF, un corredor sancionado que desea volver a la actividad debe demostrar haberse sometido al menos a tres exámenes antidopaje por año, aunque en agosto de ese año la IAAF había ratificado la sanción a perpetuidad tras su segundo caso de dopaje.
Tras esta ratificación, intentó anular la sanción ante la justicia, pero un tribunal de Ontario desestimó su querella.
Perdió su Ferrari cuando lo usó como fianza para un préstamo del pago de la casa.
Este consiguió unirse al equipo pero fue despedido tras no pasar un control antidopaje.
[47][48] También declaró que por lo menos el 40% de los deportistas consumen drogas para mejorar su rendimiento.
[52] En agosto de 2008, tuvo un pleito de 37 millones de dólares contra su antiguo abogado Ed Futerman, debido a que este hizo pagos no autorizados con su cuenta para pagar a un peluquero que había contratado el abogado para actuar como agente deportivo del esprínter.