Florín aragonés

Inicialmente su valor osciló entre los once y los catorce sueldos aragoneses y su ley, de 24 quilates menos cuarto en su primera emisión de 1346, pronto fue disminuyendo hasta los 18 e incluso 16 quilates.La tipología de esta moneda fue tomada del florín, una moneda originaria de Florencia que después se imitó en toda Europa.Por ello Pedro IV buscó la solución acuñando en 1346 los nuevos florines en Perpiñán —recién incorporado como plaza de soberanía real a la corona junto con el reino de Mallorca— sin indicación del nombre del rey ni de la ceca donde se acuñaban.Hubo además acuñaciones medio florín y de un cuarto de florín con la misma tipología que las monedas mayores.El florín, en la Corona de Aragón, fue paulatinamente sustituido por el ducado a lo largo del siglo XVI.