El Flammenwerfer 35 o FmW 35[2] (literalmente lanzallamas) fue el lanzallamas alemán de un solo hombre utilizado durante la Segunda Guerra Mundial, para despejar las trincheras y edificios.
Podía lanzar la mezcla incendiaria a 25 m del usuario.
El Flammenwerfer 35 fue producido hasta 1941, cuando empezó a ser reemplazado por el más ligero y ligeramente rediseñado Flammenwerfer 41.
[4] Este lanzallamas, como todos los lanzallamas empleados por el Heer, era exclusivamente empleado por los sturmpionere (pioneros de asalto); estos pioneros especializados apoyaban a la infantería durante un asalto, reduciendo obstáculos naturales y artificiales para facilitar el avance de la infantería, despejando fortificaciones enemigas con lanzallamas para después destruirlas con cargas de demolición.
[5] Los sturmpionere equipados con lanzallamas tuvieron un importante papel en superar las fortificaciones francesas que bloqueaban el avance alemán durante la Batalla de Francia,[5] en especial durante la Batalla de Sedán de 1940.