Esta financiación se diseña por tanto para apoyar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por las Naciones Unidas.[8] El concepto ha ganado popularidad últimamente dentro del mundo de la financiación para el desarrollo.El reto actual para la era ODS es cómo canalizar más dinero privado hacia estos sectores y regiones.Esta tendencia se solapa con los retos que afrontan los financiadores convencionales del desarrollo: restricciones financieras significativas y una carencia de capacidad o conocimientos para identificar oportunidades (deal sourcing) o estructurar transacciones.Aunque la financiación combinada está mostrando un interés y unos resultados prometedores, estas plataformas ayudarán evaluar la eficacia del modelo con el tiempo.