El figle, también conocido como oficleido, (del francés bugle, influido por ophicléide; del griego hophis, serpiente, y kleis, llave)[1][2] es un instrumento musical de viento-metal formado por un tubo largo de latón, doblado por la mitad, de diámetro cada vez mayor desde la embocadura hasta la campana y con llaves que abren y cierran el paso del aire.Los distintos miembros de la familia del figle pueden estar afinados en Si♭, Do, Mi♭ o Fa.Las notas sobreagudas tienen un carácter salvaje, el cual tal vez todavía no se haya sabido explotar.El registro medio, sobre todo cuando el ejecutante no es muy hábil, recuerda demasiado a los sonidos del serpentón de catedral y del cornetto; creo que raramente haya que dejarlo al descubierto.Nada más grosero, yo diría incluso nada más monstruoso y menos apto a harmonizarse con el resto de la orquesta, que estos pasajes más o menos rápidos, escritos en forma de solos para el registro medio del oficleido en algunas óperas modernas: diríase un toro, el que habiendo escapado del establo, viene a satisfacer sus instintos en el medio de un salón.