Heredó, además, la excesiva afición al alcohol de su padre que lo llevó a la tumba con solo treinta años.
Al parecer, el muchacho, ávido de lectura, se había llevado a casa algunas revistas y publicaciones literarias que llegaban de Moscú.
No tardó en pasar a la prosa en 1864 con una novela autobiográfica titulada Entre las gentes en la que describía su reclusión en el monasterio.
La obra fue publicada por Nikolái Nekrásov en su prestigiosa revista literaria Sovreménnik (El Contemporáneo) en 1864.
Máximo Gorki calificó al autor de "escritor tenebroso".