El chasis fue diseñado por Rory Byrne, Giorgio Ascanelli, Aldo Costa, Marco Fainello, Willem Toet y Nikolas Tombazis, con Ross Brawn desempeñando un papel vital al liderar la producción del coche como director técnico del equipo y Paolo Martinelli asistido por Giles Simon.
En el Gran Premio de Bélgica, el logo fue reemplazado por "Ferrari Formula One Team".
[2] A principios de temporada, el coche mostró un gran rendimiento: Irvine ganó la primera ronda en Australia, mientras que Schumacher consiguió podios junto con victorias en Imola y Mónaco, lo que convirtió a Ferrari en una seria amenaza para el dúo de McLaren formado por Mika Häkkinen y David Coulthard durante gran parte de 1999.
Salo tuvo un buen desempeño, dándole la victoria a Irvine en Alemania y terminando tercero en Monza.
[5] Sin embargo, Ferrari logró apelar la decisión de la FIA ante los tribunales y ambos pilotos fueron reintegrados posteriormente.