Fernando Canales de la Cerda

Fernando Canales de la Cerda nació en el barrio San Martín de Sevilla, España en 1582 y falleció en Tarija, Perú (actual Bolivia) en 1638.

Sirvió en el Real Ejército luchando contra los mapuches, participando en la Guerra de Arauco durante doce años.

Estuvo presente en las grandes batallas del Roble y Catiray.

Llega a Chile desde el Perú por 1605, donde se radica en Curicó.

La parte principal estaba ubicada en el sector de Teno y Rauco, comprendiendo un total de 2500 cuadras repartidas en ambas riberas del río Teno.

Don Luis Fernández de Córdova y Arce.

Para el trabajo de la estancia tenía: 12 esclavos negros traídos del Perú: 9 varones (Juan, Manuel, Pedro, Andrés, Francisco, Antonio, Juan chico, Antonillo y Pedro); y 3 mujeres.

Poseía además algunos esclavos indios, que estaban tasados en 200 pesos la pieza.

La estancia también la había dotado con herramientas de diversas clases: azadones, hachas, azuelas, barrenos y gubias, que totalizaban: 14 aperos o piezas menores de labranza.

Además de una Caja con cerradura y llave, sillas de montar hechas en el Reyno, Cajas, Escopetas, un Bufete, etc.[2]​ Construyó una Capilla en las cercanías de Chimbarongo, donde prestó servicios religiosos durante varios años a su cura doctrinero.

Fueron 6 sus hijos: Sus descendientes utilizaron indistintamente los apellidos Canales de la Cerda y Canales, siendo sus ramas principales las de Chillán, Colchagua, Santiago y Curicó