Con generosidad obsequió a los agricultores del valle semillas de estas plantas resistentes.
El nuevo algodón “especial”, como lo llamaba su creador, fue bautizado algodón Tangüis, a insistencia de los agricultores Coloma y Graham Rowe, a pesar de la oposición del propio Tangüis.
Se trataba de una variedad que no sólo resistía el Cotton Wilt, sino que superaba al Egipto y al Mitafifi en producción unitaria; además, su fibra larga y gruesa tuvo gran demanda en hilanderías, ya que no se rompía y era fácil de ser manufacturada.
Su algodón “especial” se difundió rápidamente por los valles de la costa, contribuyendo a un nuevo auge algodonero.
Así como una calle en la urbanización Los Granados, distrito y provincia de Trujillo, en La Libertad.
El éxito del algodón Tangüis, que también se conoce en el Perú como "Oro Blanco", salvó la industria algodonera de esa nación.