Felipe de Echazú

Apoyó las actividades de su padre y, como él, se radicó en Salta.

Ayudó a Arenales a formar el ejército con el que intentó la campaña al Alto Perú de 1825, que no tuvo resultado por la disolución del régimen realista después de batalla de Ayacucho.

Participó en las discusiones sobre la constitución unitaria de ese año, y sobre la Guerra del Brasil.

La negativa salteña a aceptar esta decisión contribuyó a la pérdida de esa región para las Provincias Unidas del Río de la Plata.

En abril de 1827, fracasada definitivamente la gestión por Tarija, viajó a su ciudad con licencia del Congreso, pero con la intención de no volver a incorporarse al mismo.