[1] Felipe Tena nació en el núcleo de una familia destacada y culta.
Aunque fue una época difícil para México, Sara Ramírez logró mantener a su familia unida.
Felipe Tena Ramírez se casó con María Gómez Ortiz, quien era originaria de Morelia, Michoacán.
Al morir María Gómez, Felipe Tena decidió pasar los últimos años de su vida al lado de María Luisa Díaz Ballesteros, a quien la hizo su heredera universal.
Al concluir los estudios primarios y medios en Morelia, Michoacán, inició sus estudios superiores en la Escuela Libre de Derecho Michoacana para después trasladarse a la Escuela Libre de Derecho en la capital del país.
Su alma mater tenía una alta calidad educativa y una docencia preparada.
[3] Su vocación por enseñar lo condujo a la docencia, en cuanto obtuvo el título de abogado.
Así reconoce Tena Ramírez la educación en palabras de su maestro Emilio Rabasa:
Gustavo Díaz Ordaz, entonces presidente de la república, hizo llegar una felicitación a Felipe por “su método literario y su fino estilo” después del discurso pronunciado en el “sesquicentenario del Supremo Tribunal de Justicia”.
En el discurso pronunciado por Tena Ramírez sobre “La ética del Juez” se puede ver la línea de pensamiento con la que resolvió numerosos casos en la Suprema Corte de Justicia: Un fragmento sobre “La ética del juez”:
Hoy caminan por la calle muchas gentes que en la primera mañana del milenio se abrazarán tal vez, pero no lo veré.
Será la segunda vez en que la Era sobre mil años erigirá́ el Pesebre, un vivo resplandor alumbrará al Niño de dos mil años, un vivo resplandor de energía nuclear.