[1] Federico, como alguno de sus hermanos, había buscado fortuna en España, distinguiénsose como soldado en Flandes.[2] Con ellas y otros barcos, hostigó el comercio holandés e inglés desde Dunquerque.[4] Mientras las autoridades españolas y flamencas se decidían a acometerlo, Federico se dedicó a hostigar el comercio inglés y holandés con las galeras que tenía en Dunquerque.[5] Para financiar la invasión cuando esta finalmente se aprobó en 1602, Federico prestó a la Corona, sin intereses, cuatrocientos setenta mil ducados, a cambio de dirigir la empresa por su cuenta, sin superiores.En 1602 Ambrosio y su hermano Federico entraron en tratos con el gobierno español - una "condotta" al viejo modelo italiano.