Federico Santa María

Su importancia en el mercado de azúcar era considerable: se hizo un poder principal en la economía francesa.

El parto ocurre en su casa paterna, como lo dictaba la costumbre de ese entonces.

A los siete u ocho años ingresa al Instituto Shöeller, donde recibe una formación exigente y disciplinada basada en los principios universales como el respeto, la rigurosidad y el apego a la verdad, baluartes fundamentales, tanto para sus padres, como para la vida social de ese entonces.

El financiamiento proviene de los propios comerciantes, entre los que se cuemta don Juan Antonio Santa María.

Solo un año después funda, en conjunto con otros accionistas, la Compañía Nacional de Remolcadores.

Fiel a su arraigado espíritu patriota, no duda en dejar de lado sus negocios e incorporarse a las filas del Ejército para participar en la Guerra del Pacífico que Chile libra con Perú y Bolivia a causa de los conflictos por las salitreras de la zona norte.

No obstante, una enfermedad le impide participar en el combate y decide embarcarse a Europa, algo que no impide dar cuenta de su compromiso con la patria heredado de sus ilustres antepasados.

En este mismo periodo desarrolla varias actividades comerciales en diversas zonas del país.

México, Cuba, las Antillas, Barbados, Jamaica y Venezuela son también parte de su periplo, que finaliza al regresar a Europa en 1897, lleno de experiencias y energías para iniciar un nuevo ciclo en su vida.

Ese año se instala en París e inicia una relación sentimental con Anna Gillaud, una joven francesa a quien había conocido en su viaje anterior y a la cual contrata primeramente como su asistente.

En 1898 apuesta por el negocio del azúcar, haciéndose conocido no solo en los círculos financieros sino también políticos, debido a los conflictos que mantiene con el Estado francés, los cuales escalan hasta el Congreso galo donde se inicia una investigación por supuesta especulación, la que arroja finalmente que todas sus acciones se apegan a la ley.

Monumento a Federico Santa María en escalera principal de acceso a la universidad.