[1] En 1902 organizó en su casa un rudimentario laboratorio dotado con un microscopio y una estufa alimentada por una lámpara de petróleo, que vino a convertirse en el primer laboratorio particular de química orgánica, bacteriología y parasitología.
Aunque contaba con escasos elementos e instalaciones en gran medida improvisadas, el laboratorio fue un recurso importante en el desarrollo de la medicina.
En 1919 presentó al Congreso Médico llevado a cabo en Tunja, el trabajo titulado Tratamiento del Tabes por el suero salvarsanizado, en colaboración con el profesor José del Carmen Acosta y redactó en colaboración con el doctor Calixto Torres Umaña las memorias tituladas: Epidemia de enteritis de los niños producida por el enterococo.
Inspirado en esta idea diseñó un plan de estudios para desarrollar en cuatro etapas: primero cultivar del Bacilo de Hansen, luego inocular el mal en especies animales y fijar una reacción serológica para diagnosticar el mal y por último producir en animales un compuesto biológico para el tratamiento causal de la enfermedad en la especie humana.
Miembros de esta corporación afirmaron: Debemos declarar de manera franca que no pretendemos haber agotado la materia en este asunto y que no nos es posible llegar a conclusiones definitivas en materia de suyo tan ardua y delicada.
En reconocimiento a sus méritos intelectuales el gobierno colombiano lo condecoro con la Cruz de Boyacá.