Federico recibió una buena educación y estudió ocho años en la Universidad de Ginebra.
Su esposa logró finalmente obtener más influencia, pero un joven secretario, Philipp Elrodt, fue designado para manejar los asuntos financieros y su posición equivalía a la de "primer ministro".
En este papel, Philipp atacó la corrupción gubernamental y el amiguismo, las irregularidades descubiertas en las finanzas del margraviato, saldó las viejas deudas e identificó nuevas fuentes de ingresos.
Ella describió a Federico como caritativo y de buen corazón, pero también un poco frívolo.
Sin descendencia masculina, fue sucedido a su muerte por su tío, Federico Cristián de Brandeburgo-Bayreuth.