Fernández de Castillejo realiza sus primeros estudios en Córdoba, siendo a los catorce años bachiller y profesor Normal.Para la destitución del presidente se requería mayoría absoluta de los 417 diputados que conformaban la cámara, es decir 209 votos, por lo que Alcalá-Zamora resultó destituido tras casi 5 años en el cargo.Si no miráramos a otras cosas más altas y sí al interés más chico y mezquino de nuestro partido, quizá nos agradara el acto que vais a realizar.Podíamos, aun en la corta vida de nuestro régimen democrático republicano, haber aprendido que los errores y las injusticias se pagan.Precisamente vuestro triunfo electoral, esa mayoría, que yo reputo legítima totalmente, aunque innecesariamente quizá, pensando en un artículo de la Constitución, en el 82, haya querido aumentarse con injusticias postelectorales tremendas y hayáis empañado así la autoridad que deberíais tener.Pues id por el camino del artículo 82, porque no es lo mismo obtener una cosa por un procedimiento que por otro.Creo, desde mi punto de vista, que se causa con ello un estrago al país; pero sé que ejercitaríais un derecho con el cortejo lamentable de tristes defecciones y contrastes vergonzosos en ciertos hombres y partidos, culminados en la inaudita actitud del Sr. Portela.Es decir, condena el caos imperante que siguió a la destitución de Niceto Alcalá-Zamora, pero cree que votar en contra del Frente Popular pondría en riesgo a la República.Fernández de Castillejo decide no votar en contra (pero tampoco a favor) de quienes destituyeron a Alcalá-Zamora: hay ahí una dimensión moral, una coherencia republicana sostenida contra viento y marea.El Gobierno tiene muchas misiones que cumplir que fueron bandera electoral del Frente Popular, pero tiene primero la misión, inexcusable para ser Gobierno, y sin cumplirla deja de ser tal, de mantener los derechos ciudadanos que estén en las leyes vigentes de la República o en las que después se dicten, y como el hecho es –no nos engañemos, señores- que en España no se puede vivir con tranquilidad ni ejercer sus derechos los españoles, que acechan por todas partes el crimen y el atropello, nosotros a un Gobierno que mantiene, siquiera sea un instante, esa situación sin acudir a los remedios normales o a los extraordinarios o heroicos necesarios; que no vibra para ir a cortar el mal para ir a defender al ciudadano dondequiera que se vea amenazado y atropellado, prescindiendo de toda otra consideración política, no podemos nosotros, republicanos y españoles, darle un voto de confianza.Que vean los Diputados y el Gobierno si así puede vivir un pueblo.Sólo me resta exhortar a todos para que piensen, como nosotros, no en el Gobierno, sino en España y en la República, que está en grave trance ante deserciones evidentes del deber.Por otra parte, entre otras publicaciones científicas y culturales argentinas, destacó la colaboración de Castillejo en el Diario Español.Castillejo fue también un asiduo colaborador de El Hogar Español, en Buenos Aires, institución en la que participó en numerosos actos y efemérides e impartió diversas conferencias como “Algunos aspectos del alma andaluza” en 1942 o “Malintzin o el amor en la conquista” en 1943.Durante su exilio porteño, Castillejo frecuentará asimismo a los también andaluces Francisco Ayala y Manuel de Falla, así como a otras personalidades de la vida cultural argentina como el andalucista Enrique Larreta o Victoria Ocampo, entre otros, y compartió vecindario en el edificio de la calle Corrientes 1296 con su amiga y colaboradora Clara Campoamor.[2] La Reforma Agraria, Proyecto de Ley de Bases, Tipografía Moderna, Sevilla, 1931 Heroísmo criollo: la marina argentina en el drama español, Talleres Gráficos Fanetti & Gasperini, Buenos Aires, 1939 La epopeya del nuevo mundo, Talleres Gráficos Fanetti & Gasperini, Buenos Aires, 1942 El amor en la conquista: Malitzin, Emecé, Buenos Aires, 1943 Andalucía: lo andaluz, lo flamenco y lo gitano, editorial Clydoc, Buenos Aires, 1944 La ilusión en la conquista: génesis de los mitos y leyendas americanos, ediciones Atalaya, Buenos Aires, 1945 Rodrigo de Triana (Historia novelada del primer descubridor de América), editorial Clydoc, Buenos Aires, 1945.
En el marco de una acto de la Sociedad de Amigos del País, en plena campaña en favor de la ley del divorcio que sería aprobada unos meses más tarde, aparecen
Carmen de Burgos
, y los diputados
César Juarros
y Federico Fernández de Castillejo junto a otros acompañantes.
Federico Fernández de Castillejo y Clara Campoamor - Inauguración de la lesiones radiales "Liceo de España" Buenos Aires 1 de Agosto 1940
Federico Fernández de Castillejo junto a su hija María Fernández de Castillejo Taviel de Andrade recibe a Niceto Alcalá-Zamora que aparece junto a sus hijas Pura e Isabel Alcalá-Zamora en la dársena C del Puerto de Buenos Aires, Argentina, tras su desembarco del buque Herma Gorthon.
Federico Fernández de Castillejo junto a tres acompañantes en el paseo marítimo de Mar del Plata, Argentina.