Gaudí realizó esta obra en los últimos años de su carrera, dedicados casi en exclusiva a la Sagrada Familia.El arquitecto Josep Maria Jujol, también ayudante de Gaudí por entonces, intervino en la decoración, dando un toque dorado a los hierros.Una de las farolas tenía el basamento formado por un solo bloque de basalto, mientras que la otra tenía varios bloques que apuntalaban la columna como si fuesen contrafuertes.La que tenía dos brazos parecía un árbol con sus ramas y sus hojas, con elementos colgantes a modo de racimos, y la cruz tenía unos pinchos que semejaban espinas.También desestimó un recurso interpuesto por varios vecinos que señalaban su carácter conmemorativo.