[2] Legendario parece asimismo el dato de que se hiciera famosa por fabricar la pomada facial relajante usada por la Farnesio, abrumada al parecer «por los disgustos de sus nueras».
[1] Durante el siglo xix se hicieron famosas las tertulias reunidas en el antiguo local, reuniendo a liberales, progresistas y republicanos, entre los que pudo estar Benito Pérez Galdós, que menciona esta botica en sus Episodios nacionales.
[2] En 1931 adquirió el negocio José Cid Guerrero cuyos herederos han continuado con el establecimiento farmacéutico.
[2] Mayor seriedad profesional se advierte en la venta de vacunas contra la viruela.
[1] En la primitiva estructura –que se mantiene intacta–,[3] destacan los pequeños cajones de madera, «cada uno pertenecía a un cliente en los que se les guardaba su medicación hasta que venían a recogerla».