Manuel Eduardo de Gorostiza

Manuel Eduardo inicia estudios eclesiásticos que abandona poco después para dedicarse a la carrera de las armas.En 1814 alcanza el grado de coronel, pero poco después recibe un bayonetazo que le deja encorvada la espalda; empieza a dedicarse entonces a otras actividades, como la literatura y la política.Tras la intervención de los Cien Mil hijos de San Luis, "sus avanzadas ideas liberales, sus discursos, sus escritos, hicieron que Fernando VII, al recobrar la corona, lo desterrara al extranjero, confiscándole antes sus bienes..." Por lo que salió de España en 1821 y viajó por Europa.Gracias a él, a quien se presentó como "un mexicano descarriado que deseaba regresar al regazo de la patria", Gorostiza optó por la nacionalidad mexicana.Inmediatamente comenzó su carrera diplomática con una misión en Holanda y, más tarde, en 1825, se le nombró cónsul general en ese país; introduce la litografía en México al enviar allí al impresor y carbonario Claudio Linati.Fue diputado al Congreso de la Unión y en 1836 es nombrado ministro plenipotenciario ante el gobierno de los Estados Unidos para evitar la ayuda que este país podía suministrar a Texas, pero fracasa en este empeño; vuelve el mismo año y se encuentra el Teatro Principal destrozado por los errores de su sucesor Patiño, y se dedica a restaurarlo.Sigue supervisando la calidad y los demás aspectos del Teatro Principal de México.Se consagra a actividades filantrópicas y funda la Casa de Corrección para Jóvenes Delincuentes, primera institución en América que tuvo este propósito.Escribió Indulgencia para todos (1816), Las costumbres de antaño (1819), refundida después como La pesadilla (1833), Tal para cual o las mujeres y los hombres (1819), Don Dieguito (1820), en la que ridiculiza la figura del petimetre, Contigo, pan y cebolla (1833), parodia burlesca del Romanticismo que es tal vez su obra maestra, Don Bonifacio (1835) y El jugador (1820), adaptada de Regnard.
Portada del libro Obras de D. Manuel Eduardo de Gorostiza , 1899.