Fabia Eudoxia

En 610, Focas consiguió secuestrar a Fabia y su suegra Epifania en circunstancias desconocidas; tras esto las mantuvo en cautividad en el monasterio "Nea Metanoia" (Nuevo Arrepentimiento) para convencer a Heraclio de no atacar Constantinopla, aunque ambas mujeres consiguieron recuperar su libertad por la facción "verde".

Ellas fueron entregadas a Heraclio en Kalonymos, mar de Marmara, lo que le dio libertad para continuar con sus planes de asalto.

La emperatriz tomó el nombre de Eudoxia y fue titulada Augusta.

De acuerdo con Nicéforo, en su funeral hubo un incidente que reveló el aprecio del pueblo hacia ella: Una criada escupió por su ventana justo cuando la procesión funeraria pasaba por su ventana, haciendo que su saliva llegara a la túnica de la emperatriz, cuyo ataúd aún estaba abierto; debido a esto la multitud se ofendió y capturó a la muchacha y la castigaron a morir en la hoguera.

Eudoxia fue enterrada en la Iglesia de los Santos Apóstoles.