Este progreso en sus resultados lo alentaron a pretender su incursión en la categoría más importante del automovilismo argentino: el Turismo Carretera.
En el año 1988, recibió el apoyo de la autopeña "El Zorro", con la cual comenzaron la búsqueda para encontrar el auto que posibilite su debut en el TC.
Tras sortear con éxito las mismas, se presentó a competir en la 6.ª fecha del año en Balcarce, donde debutó oficialmente en el TC con el número 167 estampado en sus laterales.
Luego de esa competencia detendría su actividad, retornando en la 11.ª fecha, nuevamente en Balcarce, donde se destacaría por haber finalizado en la 8.ª ubicación.
Sus actuaciones le permitirían a las pocas carreras situarse como puntero del torneo, sin embargo, tras siete fechas comenzaría una mala racha que le haría perder la punta del campeonato y que tendría fin en la antepenúltima fecha, cuando conquistara su primera victoria en la categoría, en el semipermanente de San Lorenzo.
Este año tampoco sería la excepción, ya que con el número 8 pintado en sus laterales, volvería a erigirse en protagonista de la lucha por el título.
En esta temporada, Acuña formaría equipo con el mechonguense Eduardo Ramos, quien se presentaba a competir con una unidad similar al último coche manejado por Castellano.
En cuanto a los resultados obtenidos, Acuña conseguiría acaparar tres victorias, de las cuales la primera sería un gran 1-2 con Ramos en Santa Teresita, en el comienzo del año.