En 1959 fue condenado a un mes de reclusión por un artículo publicado en la revista Vida Nueva.
Cuatro años después fundó el semanario La Nación, del que fue alma mater hasta su fallecimiento.
Tras el cierre de dicho diario, fundó en 1991 el semanario La Nación, del que fue editor y alma mater durante dieciocho años, hasta el instante mismo de su muerte.
En 1965 comenzó su trabajo en Televisión Española al ser nombrado redactor jefe del programa Testimonio bajo la dirección de Ricardo Fernández Latorre.
Tras dos años sin actividad se incorporó en 1973 a RNE, en la sección de Iberoamérica.
Por incompatibilidad con su trabajo en RTVE, tuvo que abandonar Radio Peninsular en julio de 1974.
La pasión que había experimentado desde joven por el cine no solo se materializó en sus artículos periodísticos.
Sin embargo el salto cualitativo en la obra de Martialay y en la historiografía deportiva española, tuvo lugar en los años 1980, cuando dada por concluida su dedicación al cine, se dio cuenta de que la historia del fútbol español necesitaba ser revisada completamente, desde el principio y con las mejores fuentes a su alcance, que casi nunca resultaron ser los libros publicados.
Pero incluso por encima de estas hemos de señalar El fútbol en la guerra, obra cuya investigación ha ocupado a Martialay varios decenios y a la que dedicaba todo su empeño hasta su muerte.
Aunque no pudo terminarla dejó escritos nueve tomos completos.
Los Cuadernos de Fútbol los fundó Martialay en la RFEF en 1999 y aunque solo tuvieron 16 números, se recordaban como la mejor publicación que había existido sobre historia del fútbol español.
[4] Su brillantez como historiador del fútbol fue igualmente reconocida en el ámbito internacional, al ser nombrado el 18-2-2001 miembro de la Federación Internacional de Historiadores del Fútbol, International Federation of Football History and Statistics (IFFHS), con sede en Alemania.
Ya en 1957 y 1958 Martialay publicó ocho tomitos con el nombre de La furia española en la Enciclopedia de los deportes, que fueron base a su vez para la colección "Historia del fútbol español" publicada en la revista infantil 3 amigos en veinticinco fascículos (1960-1961).
En 1967 cuando los dos primeros ya estaban completamente corregidos, y ya tenían incluso depósito legal asignado, Uriarte tuvo problemas con la editorial, y aunque la editorial le propuso a Martialay continuar con la edición, este prefirió unir su destino al de Uriarte, que era quien le había propuesto el proyecto.
En consecuencia, la obra quedó inédita, pero con un auto-mandato que Martialay dejó escrito en el prólogo: "Pienso que al publicar este libro me he metido en una trampa, pues al poner la palabra "fin" -ahora me doy cuenta- no he hecho más que empezar".
En el año 2015, su discípulo Víctor Martínez Patón inició la edición de sus obras completas.