Normalmente, el esfínter de la vejiga se contrae y el semen va hacia la uretra por la menor presión.
La eyaculación retrógrada no se considera una enfermedad, y el único efecto negativo es la pérdida o reducción en la fertilidad, ya que el esperma no va hacia la vagina y el resto del aparato reproductor femenino.
Aun así, hay medicamentos que pueden funcionar para la eyaculación retrógrada causada por daño a los nervios.
Ejemplos incluyen cirugía del cuello vesical y resección transuretral de la próstata.
Por último, se recoge una muestra de orina posteyaculación, siendo ésta la fracción más importante.