Pequeños fragmentos de tejido de la zona marginal dorsal aislados en cultivo se estrechan y se alargan espontáneamente gracias a una reorganización celular, tal como harían en el embrión durante el proceso de convergencia hacia la línea media dorsal, doblándose hacia dentro alrededor del labio blastopórico, y alargándose hasta formar el eje principal del cuerpo.
Los dos tejidos van a migrar hacia la zona anterior debajo del ectodermo de la superficie.
Esta estructura empezará a migrar hacia el polo animal desde su parte anterior hasta que se constiruyan las células endodérmicas del arquenterón.
Durante la gastrulación, el polo animal y las células de la zona marginal no involutiva (NIMZ) se expanden por epibolia para cubrir el embrión entero.
Durante la gastrulación, este anillo se involuciona alrededor de los labios del blastoporo para formar el manto mesodérmico.
El endodermo subblastoral está recubierto por las células de NIMZ que han sufrido epibolia y forman el suelo del arquénteron.
La alineación de los movimientos lamelipodiales a lo largo del eje común causa la extensión convergente.