En 1944 mediante el experimento de Avery-MacLeod-McCarty se tuvo por primera vez algún indicio del rol que desempeña el ADN.Hershey y Chase llevaron a cabo experimentos con el fago T2, un virus cuya estructura había sido recientemente investigada mediante microscopio electrónico.El fago consiste únicamente en una cubierta proteica o cápside que contiene su material genético, e infecta a una bacteria cuando se adhiere a su membrana externa, inyecta dicho material y le deja acoplado el cápside.Hallaron que el indicador radiactivo era visible sólo en las células bacterianas, y no en las cubiertas proteicas.En 1969, Hershey fue distinguido con el Premio Nobel en Fisiología o Medicina compartido por sus “descubrimientos relacionados con las estructuras genéticas de los virus.”[1]