Experiencia psicodélica

La experiencia psicodélica suele incluir alucinaciones, percepciones inusualmente intensas y sinestesia.

Las sustancias psicodélicas más conocidas y usadas son el LSD, la psilocibina (compuesto activo de los hongos alucinógenos), la mescalina (compuesto activo de los cactus peyote y San Pedro, entre otros), el DMT, el 5-MeO-DMT (compuesto activo del veneno de sapo Incilius Alvarius), la marihuana, la Salvia divinorum, la ketamina, el brebaje ayahuasca, etc.

La ilegalización de las drogas psicodélicas y su caída en desuso suponen que el consumidor se encuentra ante un producto sobre cuya composición no tiene garantía alguna.

El cambio del estado común de conciencia al alterado puede, cuando es recibido con resistencia, provocar una vivencia angustiosa, pues la persona siente que pierde el control, la cordura o la conciencia, e incluso puede pensar que se aproxima su muerte.

Algunas investigaciones, realizadas en su mayoría en los 60s, cuando las drogas psicodélicas eran legales, sugieren que estas sustancias pueden provocar experiencias beneficiosas y documentan sus ventajas farmacéuticas.

En España podríamos citar la Asociación para el Estudio y la Divulgación de la Medicina Psicodélica (AEDMP).

La pérdida de la realidad se hace tan extrema que escapa a la explicación.

Lo único que sigue funcionando a un nivel reconocible es la voz de la mente del pensamiento.

Algunas sustancias de corta duración (y por lo tanto, relativamente más seguras) que pueden llevar al usuario directo a este nivel son el DMT, el 5-MeO-DMT, la salvia divinorum y las dosis sub-anestésicas de ketamina.