Exfoliación (dermatología)

[1]​ Sin embargo, cuando una enfermedad altera este proceso, ocasionando una acumulación de células muertas en la epidermis, se produce un engrosamiento, denominado hiperqueratosis, que confiere un aspecto escamoso a la piel, condición conocida como ictiosis.[2]​ Este procedimiento también se lleva a cabo de manera artificial, siendo una práctica muy frecuente en el sector cosmético para el rejuvenecimiento facial.Su uso es común para realzar la apariencia de la piel que ha sufrido daños por la exposición solar, reducir arrugas, atenuar cicatrices de acné o varicela, así como descolorar o erradicar manchas cutáneas.[1]​ La exfoliación es un paso esencial en la rutina de cuidado cutáneo, especialmente para las áreas más expuestas a la contaminación ambiental, como el rostro y los brazos.La intensidad de la abrasión puede variar según el tamaño del grano presente en el producto.La gente con piel seca deben evitar exfoliantes que incluyan una gran parte de piedra pómez o roca volcánica pulverizada.La exfoliación química cutánea con sustancias como fenol, ácido salicílico y ácido tricloroacético y preparados comerciales enzima tifos de aplicación que se recomienda sea únicamente por profesionales expertos.Como se hace entre cada dos u noche semanas, no se lleva a cabo tan frecuentemente como muchos de los exfoliantes, así que no sustituye un régimen, pero puede ser un sustituto de una sesión normal en un régimen.
Tratamiento exfoliación
Tratamiento exfoliación