El campeón fue la selección de España que se impuso en la final a la Unión Soviética por 2-1.
Para resolver aquella eliminatoria hicieron falta tres partidos (3-3, 2-2, 1-0) que terminaron con una victoria por la mínima del combinado danés.
[1] En las semifinales, la Unión Soviética batió a Dinamarca que tras pasar por un largo calvario para clasificarse perdió por un claro 3-0.
La selección española, por mandato del gobierno del general Franco, se había negado a disputar los cuartos de final correspondientes a la Eurocopa de 1960 en ese mismo escenario alegando motivos políticos.
El General Franco presidió el encuentro desde el palco de autoridades del estadio.