Junto a Lepage y al austríaco Max Glucksmann, quien también trabajaba allí, asistieron a la función organizada por el empresario Francisco Pastor y el periodista español Eustaquio Pellicer en julio de 1896 en el Teatro Odeón, donde se ven por primera vez en la Argentina las breves escenas filmadas por los camarógrafos de los hermanos Lumière.
Py continuó durante varios años produciendo filmes para su exhibición por la Casa Lepage, material que Glücksmann distribuía en Argentina y Uruguay.
En dicha cinta se incluyó el que seguramente fue el primer gag del cine argentino cuando captó cómo un hombre se paró entre Py y Santos Dumont interrumpiendo la filmación hasta que recibió un escupitajo en la cara y la filmación finalizó.
En 1900 se inauguró la primera sala cinematográfica de Buenos Aires, el Salón Nacional, ubicado en la calle Maipú 471/479, con capacidad para doscientos cincuenta espectadores para ver las proyecciones que hasta ese momento se efectuaban en teatros, circos, cafés o restaurantes.
En 1908 Lepage vende la firma a Max Glücksman, quien abre más salas para la exhibición cinematográfica tanto en Buenos Aires como en el interior del país y en Montevideo.