En los años 30 hizo excavaciones arqueológicas en la cuenca del Vinalopó, encontrándose en varios museos nacionales sus hallazgos.
Su salto a la televisión se realizó de forma gradual, ya que entrada la década de 1960 fue llamado para sustituir durante ausencias y vacaciones al hombre del tiempo, Mariano Medina, que anunciaba predicciones diarias en la pequeña pantalla de TVE.
No llovió y Martín Rubio apareció en televisión sin su bigote.
Al no existir entonces más que una única cadena de televisión en España, la anécdota tuvo tanta repercusión que periódicos de otros países publicaron la noticia.
El Ministerio de Información y Turismo le felicitó por la propaganda internacional que había conseguido TVE y recibió cartas de ayuntamientos certificando que en sus municipios había llovido.