La etoxilación o polietoxilación es un proceso industrial químico en el que se añade óxido de etileno (Nombre IUPAC,1,2-epoxietano) a alcoholes, aminas y fenoles para dar diferentes tensioactivos (mal llamados de la traducción literal del inglés, surfactantes).
La invención del proceso se atribuye a Schöller y Wittwer de IG Farben.
Un ejemplo es la etoxilación del alcohol láurico con 7 moles de óxido de etileno, que da como resultado el que se denomina como lauril alcohol etoxilado 7MOE (que sería el alcohol derivado del ácido láurico etoxilado con 7 Moles de Óxido de Etileno), un detergente y tensioactivo ampliamente usado como principio activo en lavarropa en polvo y líquido.
Los distintos productos etoxilados obtenidos de este modo se producen en gran escala, y se utilizan para diversos fines, por ejemplo: los etoxilados de alcoholes grasos, aceite de ricino, sorbitanos (derivados del sorbitol), alquilfenoles, aminas grasas o ácidos grasos se utilizan como tensioactivos no iónicos y como materias primas para agentes tensioactivos aniónicos.
Homólogos superiores se usan como lubricantes, para la fabricación de fluidos hidráulicos, o como aglutinantes.