La ilusión de la profundidad en una fotografía, película, u otra imagen bidimensional se crea presentando una imagen ligeramente diferente para cada ojo, como ocurre en nuestra forma habitual de ver.
Los dos ojos, al estar situados en posiciones diferentes, recogen cada uno en sus retinas una imagen ligeramente distinta de la realidad que tienen delante.
Por lo que si tomamos o creamos dos imágenes con un ángulo ligeramente distinto y se las mostramos a cada ojo por separado, el cerebro podrá reconstruir la distancia y por lo tanto la sensación de tridimensionalidad.
Un círculo pintado se puede convertir en una esfera tan solo con oscurecer y sombrearlo simulando iluminación.
Estas dos imágenes son exactamente iguales con la diferencia que en una (la primera, a la izquierda) el elemento nube se ve íntegro y la luna queda parcialmente oculta.
Como hemos podido ver la percepción tridimensional es básicamente creada por el cerebro gracias a que cada ojo recoge una información diferente de una misma realidad.
Existen muchas técnicas distintas para lograr hacer llegar cada imagen al ojo que le corresponde.
Estas características son potenciadas artificialmente para conseguir "recrear" la denominada tercera dimensión.
Sin embargo, para el que no lo logre hay otras formas muy económicas para ver el efecto, se puede usando dos prismas como los que traen los binóculos por dentro, colocando los extremos de 90 grados en frente uno del otro y mirando con cada ojo a través de cada prisma, con los lados más largos perpendiculares a donde estén desplegadas las dos imágenes para cada ojo.
También se puede ver el efecto usando un solo espejo grande poniéndolo en la intersección de las imágenes correspondientes a cada ojo, y mirando directamente a una de las imágenes y a la otra a través del espejo, sin embargo se requiere que la una imagen este invertida para que al verla por el espejo se vea correctamente(en YouTube se pueden encontrar varios videos 3d que usan estas técnicas).
Existen además otras tres técnicas principales que permiten simular el efecto estereoscópico (3D): método anaglifo, sistema Cromatek y efecto Pulfritch: La estereoscopia por sombras, un fenómeno descubierto por Antonio Medina, demuestra que las sombras por sí solas son capaces de proporcionar visión de profundidad estereoscópica con ausencia de paralaje.
Los anaglifos son estereofotografías tomadas o tratadas con filtros de distintos colores sobrepuestas en una sola imagen.
La misión de estos filtros es hacer llegar a cada ojo únicamente la imagen que le corresponde.
También pueden ser imágenes a todo color proyectadas con el uso de polarizadores sobre una pantalla metálica.
Este es el procedimiento que solía emplearse en proyecciones de cine o video tridimensional.
El sistema pulfritch está basado en un dato fisiológico: el cerebro tarda un poco más en procesar las imágenes oscuras que las claras.
Si se pone un filtro oscuro (como lo es una gafa de sol) en un solo ojo y se observa un objeto en movimiento, el cerebro tardará más tiempo en procesar las imágenes procedentes de este ojo.