La Constitución de 1807 del Estado de Haití establecía la condición vitalicia del presidente así como su facultad para designar a su sucesor.
De 1791 a 1804, la revolución haitiana contra los colonos franceses hizo estragos.
Después, sus generales marcharon sobre la capital, abolieron el Imperio y expulsaron a la familia imperial, que tuvo que exiliarse.
Alexandre Pétion proclama la República y se convierte en presidente.
Pero otro general llamado Henri Christophe se separó y tomó el control del norte de Haití, donde estableció un gobierno separatista, el Estado del Norte.