[2][3] La obtención de la concesión de dicha línea por parte de la compañía MZA fue de gran importancia para ella, dado que permitía su expansión hacia el sur tras lograr enlazar con Madrid los otros dos destinos que hacían honor a su nombre (Zaragoza y Alicante).
Las instalaciones se encontraban muy alejadas de la población homónima.
Con el paso de los años en torno a la estación se fue formando un núcleo poblacional, dependiente del municipio de Santa Elena, que para 1950 tenía un censo de 81 habitantes.
Era un edificio de una sola planta, que llegó a tener sala de espera y cantina.
Se dejó en su lugar una caseta para control del tráfico ferroviario.