En las bocas de acceso murió mucha gente que entraba a refugiarse cuando los aviones alemanes sobrevolaban la Gran Vía de Barcelona y descargaban las primeras bombas en ese punto.
[4] La estación, con sus luces parpadeantes y corredores mal iluminados, ha sido el escenario perfecto para cuentos de terror locales.
Según estas leyendas, Rocafort tiene una influencia maligna que atrae a los desesperados hacia su fin.
Esta reputación ha generado numerosas historias urbanas, consolidando la imagen de la estación como un lugar envuelto en misterio y temor.
La película se inspira en la leyenda negra de la estación Rocafort.