El español iquiteño está caracterizado por una pronunciación cadenciosa, un vocabulario colorido y una gramática propia.
Pudo darse con la llamada fiebre del caucho donde se dio un intercambio sociolingüístico con familias extranjeras.
Esto derivó en la adopción de algunos términos lingüísticos y expresiones idiomáticas.
El característico ritmo cantarín queda moderado, a diferencia del enfático dialecto tarapotino.
[cita requerida] A continuación un cuadro comparativo con las características primordiales de influencia amazónica.