Dominga duda pero al final consiente por el bien del niño, agradecida Crisanta entrega unos aretes de esmeraldas muy valiosos.
En la Casa Grande los Peñarreal están felices por su hijo varón pero al notar Blanca la ausencia de unos aretes de esmeralda, precio que Crisanta pagó a Dominga por el intercambio, Crisanta ya no puede resistir y le cuenta a su patrona la verdad.
Dominga se asusta ante el hecho pero decide no regresarla ante lo que le cuenta Crisanta de su patrón.
En el pueblo de Maravillas, donde se encuentra la Casa Grande, Esmeralda (Leticia Calderón), la hija de los Peñarreal es una chica dulce y tierna cuyos únicos amigos son la familia Lucero y Melesio (Ignacio López Tarso).
Esmeralda además tiene como costumbre visitar las tumbas de sus supuestos "padres" y platicar con el sepulturero, Fermín (Noé Murayama), un hombre de carácter noble, además Esmeralda le tiene un cariño a Lucio Malaver (Salvador Pineda), el médico del pueblo, un hombre aparentemente bueno pero en el fondo obsesionado con Esmeralda, a la cual salvó de morir en un incendio y por esa causa quedó con la mitad del rostro desfigurado.