[1] Es la segunda adaptación hecha en México de la telenovela venezolana Esmeralda creada por Delia Fiallo en 1970.
La bebé es recibida por Damiana, la partera del pueblo, quien minutos antes atendió el alumbramiento de un niño sano, pero cuya madre desafortunadamente no sobrevivió.
Don Luis, el padre de Marina, desde que se casó con Prudencia, vive empeñado en tener un hijo varón.
Lo primero que hace Isauro, es enseñarle a leer y escribir en braille, convirtiéndola en una gran lectora.
Un día de esos divertidos para ambos, Marina y Toribio se asustan al escuchar un balazo.
Alberto queda muy impresionado con la joven e intenta acercarse a ella, pero Marina no se lo permite.
Al encontrarse nuevamente, Alberto le promete nunca volver a tomar un arma.
Alberto reacciona y se siente fatal porque es novio de Vanessa desde hace varios años.
Don Luis se niega a creer que tiene una hija ciega y la rechaza.
Al descubrir el matrimonio de Marina y Alberto, Isauro, furioso, reclama a Marina que le pertenece porque siempre la ha amado, la ha cuidado, la educó y le muestra su rostro desfigurado por haber salvado su vida.
Poco después, Marina descubre que está embarazada, le da la noticia a Alberto y ambos tienen duda sobre la paternidad del bebé.
En el hospital donde trabaja Marina como enfermera, se encuentra con el doctor Ricardo Bazán, eminencia en oftalmología, quien la convence de someterse a una operación.
Eso también conviene a Ricardo, quien se ha enamorado de Marina y le ha propuesto matrimonio.
Marina logra ser cirujana y vive feliz junto a Rafita, su pequeño hijo, pero para sorpresa de todos decide entablar una relación con Ricardo.