Escuque

Escuque está ubicada en un valle a 1100 m s. n. m. (metros sobre el nivel del mar); en ella se fundó la primera población por los españoles en los Andes venezolanos:[1]​ la ciudad de Trujillo (Venezuela), para luego seguir su periplo por distintos lugares del hoy Estado Trujillo, también es la ciudad capital de la Parroquia Escuque, está dividida en tres áreas comunales: La Loma, La Calle y el Corozo, aunque su desarrollo a través de los años ha dado cabida a nuevos sectores y urbanizaciones como La Urbanización Fray Ignacio Álvarez (Las Rurales), La Garita, Barrio Niño Jesús, Puerto Escondido, San Francisco, Candelillas, Media Luna, Avenida Francisco Ruiz, Calle Nueva, El Tendal, El Mamón, Las Delicias, Los Limoncitos, Urbanización Eloisa Torres y El Samán, El Colorado, Barquesi, Los Potreritos, La Honda, Urbanización Colinas de Carmania, Ezequiel Zamora, La legua, Urbanización Tabisquey, Juan Díaz, El INCE, La Victoria, Los Ranchos, Sicoque, El Socorro, La Palma entre otros.

En esta última oportunidad instaló su cuartel general en la casa llamada La Capilla, hoy desaparecida, y donde podemos leer, en una gran placa de mármol, la célebre Proclama que desde ahí dirigió a los corianos.

Los seguidores de Gómez fueron los conservadores y en Trujillo su jefe fue el General Juan Bautista Araujo.

En esa sangrienta época se hizo célebre el caserío El Mamón, del que salieron varias montoneras y donde, como consecuencia de estas luchas, murieron muchas personas.

A la llagada de los españoles fue, junto con Trujillo, una de las primeras fundaciones urbanas y mantuvo su importancia durante la Colonia, en consecuencia, los caminos siguieron cruzándose en este sitio, lo cual explica también por qué Bolívar tenía que pasar por él en sus campañas.

La Era de Oro Como consecuencia del auge del café, Escuque atrajo a muchos emprendedores que establecieron importantes casas comerciales y con ellas a vendedores y compradores, no sólo de los pueblos vecinos, sino también de Lara, Zulia y Mérida, y se establecieron relaciones con conocidos establecimientos, especialmente de Maracaibo, que exportaban el café e importaban diferentes productos del extranjero, Además, muchos de esos emprendedores adquirieron haciendas que contribuyeron a incremeurales.

Son muchos los aspectos que se pueden analizar para comprender mejor el porqué de este período de bonanza y desarrollo, pero hay dos que se destacan, uno cultural y el otro material, aunque impulsado por razones espirituales.

En 1887 fue inaugurada la primera Escuela Secundaria creada y dirigida por uno de los escuqueños más honorables: el Dr. Guillermo Hóyer.

En 1904 el padre Olivieri fue sustituido por el padre Juan Maximiliano Escalante, pero la idea del nuevo templo ya se había sembrado en la comunidad y contaba con entusiastas promotores como Don Germán del Gallego.

El padre Escalante, para coordinar las acciones y acopiar los fondos necesarios, creó la Corporación Cívica de Fomento, de la cual formaban parte Don Nicolás Cárdenas Ferrer, quien fue nombrado Tesorero.

Cinco años más tarde ya se habían realizado todos los trámites necesarios y se había contratado al maestro Lisímaco Puente para que proyectara y dirigiera la construcción, la cual comenzó a ejecutarse en 1910, y ya para 1911, con motivo de la celebración de los actos conmemorativos de la declaración de la Independencia, y con la ayuda del Ejecutivo Regional, se terminó la cúpula del presbiterio.

En 1916 el padre Escalante fue trasladado a la parroquia de La Grita, pero los sacerdotes que le sucedieron: Escolástico Duque, y Antonio Ignacio Camargo, continuaron con el mismo entusiasmo y en 1927 culminaron los trabajos.

La música es del conocido y famoso hijo de Escuque, Profesor José Antonio Carreño, ejecutante y compositor de innumerables canciones, bambucos, valses, pasodobles, marchas e himnos entre otros.

III Estrofa Salve Escuque, por siempre entonemos los hijos de sacra tradición; del escuqueño Niño, la canción sin cesar por doquier publiquemos.

La esfera está soportada sobre la parte cimera central, por unos arabescos de colores verdes - rojos desvaídos.

Además en su templo parroquial se guarda la pila bautismal donde fuera bautizado el Dr.

En Mérida también se celebra el domingo siguiente, pero ahí tenemos, en la Pedregosa Alta, una capilla dedicada al Niño Jesús de Escuque gracias al Señor Hipólito Sarache quien, al irse de Escuque en 1954, se llevó una imagen y le construyó esa Capilla, la cual, luego fue reformada y ampliada por la comunidad que ha asumido como suya esa devoción.

Hoy esa capilla está bajo la dirección de los padres Salvatorianos, quienes construyeron, ahí mismo, un bello seminario y recientemente se creó una cofradía.

La bella imagen del Niño Jesús que preside la Iglesia de Escuque, fue traída, en 1610 o 1611, de León, España, a Gibraltar por la familia Guánchez y Cerrada a la cual pertenecía, pero en 1615 Gibraltar fue incendiada por los indios, salvándose la sola casa donde se encontraba la imagen y mucha gente que se refugió allí.

Los detalles sobre la vieja iglesia que nos brinda el obispo Martí, son muy prolijos y, debido al tiempo de que disponemos, no los vamos a transcribir aquí, pero ellos están en publicaciones recientes, como es el caso del libro "Escuque, su Niño, su Iglesia" de José Hernán Albornoz y Juan Carlos Barreto Balza.

Un último aspecto tocante a lo religioso, es el hecho, tal vez único, de que la parte central de Escuque, entre las quebradas Mismote y Corozo, se encuentra construida en terrenos propiedad del Niño Jesús, ya que estos le fueron donados por el padre Juárez, según consta en la escritura que se conserva en el archivo parroquial.

Alto, valiente, digno, magnánimo, fue el alma de estos pueblos, que en sus luchas contra las belicosas tribus del Coquivacoa, habían adquirido una formidable destreza guerrera que mucho les sirvió para enfrentarse a los soldados del Rey de España.

En efecto estos fueron recibidos gentilmente por los aborígenes, que luego fueron vilmente escarnecidos en sus hombres y mujeres.

Caballero andante, viajero infatigable, Don Germán amó a Escuque hasta las horas de su muerte.

Considerado como uno de los grandes oradores por el escritor Don Mario Briceño Iragorry.

Participó en muchos combates, generalmente en tierras larenses, sufriendo finalmente una derrota de las manos del Indio Reyes y refugiándose en Valerita, pero al saber que su hija había sido capturada, se entregó para que le perdonasen la vida a la heroína.

Ejecutante y compositor de innumerables canciones, bambucos, valses, pasodobles, marchas e himnos entre otras composiciones.

Además podríamos mencionar también a Antonio José Fernández "El hombre del anillo" se le conoció así porque siempre llevaba en su mano derecha un anillo de piedra de río; José Jesús Peña, los Educadores: Viviano Nuñéz, Srta.

Julia Vivas Muñoz, los Presbíteros Martín Juaréz, Zoilo Troconis y Monseñor Salvador Barazarte, oriundo del Alto de Escuque.

Mistela: Elaborado a base de papelón, aguardiente, jengibre, clavo y especias.

Escuque visto desde el sector la Loma.
Plaza Bolívar de Escuque.
Samán de Escuque.