Esta escuela fue fundada aproximadamente hacia el año 180 por Panteno, pero sus orígenes son probablemente anteriores, algunos los remontan hasta San Marcos el Evangelista; en ella enseñaron grandes teólogos y padres de la Iglesia.
En los primeros tiempos del cristianismo, Alejandría aventajaba a Roma en la importancia de sus escuelas.
La religión cristiana llegó muy temprano a Alejandría y con ella la necesidad de establecer una catequesis, como se hacía en todas partes en que penetraba la Iglesia (Gal 6, 6).
Quizá por esto la catequesis de Alejandría se llamó en seguida Didaskálion, «escuela», atribuyéndose su fundación al evangelista San Marcos (Eusebio, Historia ecclesiástica, 2, 16; 5, 10: PG 20, 454; San Jerónimo, De viris illustribus, 3, 36; PL 23, 631-651; cfr.
Sobre estas competiciones triunfaban los idealistas y los eclécticos (E. Zeller, Die Philosophie der Griechen, III b, 7 ed.
Como en sus puertos se mezclaban las mercancías del Oriente y del Occidente, así en sus escuelas se reunían maestros y discípulos de todo el Imperio romano.
Aunque el gnosticismo no surgiera en Alejandría, en esta ciudad llegó a su cima, por obra de Basílides, Valentín y Carpócrates, aproximándoseles Marción, a quien no se puede llamar claramente gnóstico, pero que constituyó un grave peligro para la unidad de la Iglesia Primitiva.
Este Ser supremo no está relegado a la distancia inaccesible y tenebrosa del gnosticismo valentiniano.
Dios está presente en la intimidad de todas las cosas, sin confundirse con ellas, como querían los estoicos.
Incluso se le puede conocer por medio de las criaturas, como dice la Sagrada Escritura.
«Lo difícil dice Denis para Alejandría no era el no ser conciliadora, sino el no serlo más que en una cierta medida, y el combinar la teología elaborada por los filósofos judíos o griegos, con la tradición apostólica sobre Cristo, sin violentar ni desnaturalizar esta tradición» (o. c. en bibl., p. 7).
Frente al panteísmo estoico, los padres alejandrinos debían exponer la trascendencia de la divinidad y liberarla de las cualidades puramente humanas que el antropomorfismo le confería; frente al gnosticismo, debían atribuirle algunas propiedades análogas a las nuestras, pero en grado eminente.
Otro rasgo característico de los estudiosos alejandrinos es la preocupación moral, sobre todo en Clemente.
), y el mismo Orígenes, de suyo más místico, en las Homilías (cfr.
LXIII, qIl, a3.7); en este sentido formuló Clemente su famosa frase Philosophia ancilla Theologiae (La filosofía es sierva de la teología).
El segundo método, en que la razón opera iluminada y sostenida por la fe, tiene su exposición cabal en Clemente (Strom.
Por el mismo camino subordinacionista procedió Teognosto, sucesor de Dionisio en la Escuela (265-282); y Pierio, que sucedió a Teognosto, siguió errando en cuanto al misterio de la Trinidad.
El orientador de esta segunda etapa fue San Atanasio frente a Arrio, seguido del teólogo de la Trinidad, Dídimo el Ciego; como luego lo será San Cirilo frente a Nestorio, explicando como un teólogo moderno la unión hipostática entre el Verbo y la Naturaleza humana de Jesús (v. Encarnación).