El escudo escocés fue usado por sus monarcas hasta 1603, fecha en que se produjo la unión dinástica con Inglaterra con Jacobo VI (I de Inglaterra) y las armas escocesas empezaron a aparecer junto a las inglesas.
Las armas de los monarcas escoceses en el siglo XVII habían evolucionado y contaban con diversos elementos exteriores al blasón.
El escudo aparecía timbrado con la corona real escocesa y sobre ella se situaba su cimera, un león coronado de gules que sostiene una espada y un cetro, junto a una cinta en la que aparecía escrita la versión abreviada del segundo de los lemas escoceses: In my defens God me defend (In defens) (en inglés: En mi defensa Dios me defiende).
Al pie, también fuera del escudo, se colocaba una cinta con el lema escocés: “Nemo me impune lacessit" (”Nadie me ofende impunemente”).
Los monarcas escoceses usaron, hasta la unión con Inglaterra, como símbolo personal un estandarte con los mismos elementos que componen el campo del escudo.