el Rey» y a los miembros de la familia real que se determinen.
El Escuadrón de Escolta Real se encuentra en el acuartelamiento La Reina, en El Pardo.
En el caso de una unidad de Caballería con la única misión de dar protección inmediata al monarca, la encontramos en el reinado de Isabel II, ya que, aunque anteriormente también hubo pequeñas unidades dedicadas a la protección inmediata, lo habitual era que las unidades montadas estuvieran encuadradas en guardias exteriores con misiones diferentes a la escolta inmediata del monarca, que únicamente proporcionaban escolta al monarca en determinadas ocasiones.
Este escuadrón duró poco, ya que en 1854 fue disuelto, quedando únicamente los Guardias Alabarderos como Tropas de Casa Real.
A esta nueva unidad, con entidad de Escuadrón, se la denominó Escolta Real.
Cuando regresaban a palacio, a la altura del número 88 de la calle Mayor la comitiva sufrió un atentado al arrojarle el anarquista Mateo Morral una bomba escondida en un ramo de flores.
el Generalísimo, cuyo personal será acoplado, en lo posible, en el nuevo Regimiento de la Guardia Real.
En sus comienzos todo el Escuadrón montaba caballos de capa castaña.
El capitán jefe del Escuadrón de Escolta Real y su Plana Mayor visten el uniforme azul cristina propio de la caballería del siglo XIX.
Es el encargado del mantenimiento, gestión y traslado de todo el material e impedimenta del Escuadrón para el desarrollo de sus actividades, actos y servicios.
Igualmente es muy destacable la habilidad que han de tener los timbaleros, pues tocan los timbales durante la marcha con ambas manos, llevando las riendas sujetas a los estribos.
Al mando de un Teniente, los Coraceros son los jinetes del Escuadrón que forman la escolta más cercana e inmediata al rey cuando se realiza una escolta, dándole protección mediante una cápsula de seguridad completamente cerrada.
Si cabe, son los miembros del Escuadrón que más vistosa resulta su uniformidad, por el brillo de sus corazas, por ser distinta al resto del Escuadrón y por formar en lugar privilegiado cuando se escolta al rey y a la familia real.
Visten bajo la coraza levita azul oscuro con bocamangas encarnadas y rematadas con una franja flordelisada.
En el año 1982 se forma la Sección de Coraceros, escoltando por primera vez al rey Juan Carlos el Día de las Fuerzas Armadas del citado año en Zaragoza.
Tras la entronización del rey Juan Carlos, desfilaron por primera vez en el año 1976.
Nº158), la espada-sable Puerto-Seguro no se incluyó debido a constituir “equipo de ensayo”.
Nueve años más tarde, en julio de 1918 la espada-sable Puerto-Seguro adoptada provisionalmente en 1907 lo fue con carácter definitivo como “modelo 1918”.
ha tenido por conveniente atender a la petición del recurrente, declarando reglamentaria para el arma de Caballería, con carácter provisional, la referida espada”, y un año más tarde, por R.O.
El Modelo Puerto-Seguro 1907 para tropa de caballería presenta una cazoleta completa en hierro reforzada por un reborde que nos recuerda a los rompe puntas pero que en este caso es una efectiva defensa adicional para desviar el arma enemiga a la vez que reforzar la misma cazoleta, la empuñara la forman dos cachas de madera de nogal sujetas mediante dos tornillos pasantes a la espiga con una monterilla sujeta mediante una perilla atornillada a la punta de la espiga roscada.
El sable es fácilmente desmontable, algo muy adecuado tanto para una rápida reparación como para mejorar su mantenimiento, al no quedar las "zonas muertas", esas zonas de complicada limpieza que propician la corrosión en otros modelos.
184), mantenido en servicio hasta el año 1931 que con las reformas introducidas en el Ejército se suprimió la lanza en el equipo de la Caballería.
Los tubos acanalados de acero sin soldadura longitudinal, con la moharra forjada, formando una sola pieza, eran suministrados por la firma alemana “Rheinische Metallwaaren und Maschinenfabrick” de Dusseldorf, y su acabado se realizaba en la Fábrica de Toledo donde se forjaban los regatones y se montaban.
Todo el proceso de fabricación se detalló en un artículo publicado en el “Memorial de Artillería” el año 1908, en el que se indica que su prueba definitiva consistía en dar “con todas las lanzas tres golpes de punta contra un maniquí, revestido con la coraza reglamentaria en la Escolta Real, debiendo atravesar esta coraza en los tres golpes sin deformación alguna”.
En el año 1922 el infante Fernando de Borbón visitó la República Argentina y su ejército gaucho, en agradecimiento y muestra de unión y fraternidad, no solo entre las dos naciones hermanas sino también, entre los dos ejércitos entregó al español 1000 lanzas de procedencia argentina.
En las destinadas a clases de tropa, el sol central en el peto se dice dorado al fuego.
Allí agrupó los mejores sementales y yeguas de las tierras que bordean el Guadalquivir, siendo esta yeguada real el origen de la raza del caballo andaluz.
Este acuartelamiento, fue construido en el año 1955 para albergar al Escuadrón del Regimiento de S.E.
el Generalísimo que hasta entonces, se acuartelaba en el cuartel del Conde Duque de Madrid.
Otra dependencia a destacar en el acuartelamiento “La Reina” es la Sala de Corazas, donde se almacena todo el material y armamento histórico y de gala que se utiliza en los diferentes actos que realiza el Escuadrón.