Una tradición ya consolidada en otros países, como el Reino Unido o Dinamarca.
Desde el interior del Palacio salen doce guardias reales vestidos con uniformes de gala -similares a los que el Ejército Español utilizaba en tiempos del rey Alfonso XIII- y acompañados por un pífano y un tambor.
Siguiendo las órdenes de un cabo, forman y se establecen los dos puestos a pie, regresando el resto de la formación al interior del edificio.
Una vez establecidos los puestos en la Puerta del Príncipe, se suceden los relevos de los centinelas hasta las 14.00.
Es, por tanto, un atractivo turístico de Madrid, impulsado en 2007 por varias instituciones.